viernes, 16 de diciembre de 2016

En esta época del año...

Ya llegó el momento que todos esperaban. Incluso creo que estoy escribiendo esto un poco tarde. La mayoría ya pusieron su arbolito de Navidad, muchos otros ya terminaron de desenredar sus series de focos, otros ya hasta subieron sus primeros kilos de la temporada. ¿Y cómo no? Hay tantas ofertas y fiestas en nuestras agendas que la nevera queda llena de platos que nos trajimos de la posada. Tenemos que abrir la puerta del refri con nuestros lentes de sol puestos para no deslumbrarnos con todo el papel aluminio que hemos estado achocando ahí.

Si te fue bien, te tocó un plato tipo quinceañera: pollo con crema de champiñones y arroz con elote.
En otros círculos encontramos el plato de piñata: el tamal con spaguetti (verde, rojo, etc) y un pastelito navideño cuyo merengue cubrió todo lo demás. (Acabo de tener una regresión a los cumpleaños la primaria).
Los gourmets se llevan sandwichón (tradicional o blanco), jamón dulce, ensaladas mixtas, y cualquier cosa rara que se haya puesto de moda según lo que "Tasty" haya hecho viral.

Ya para cuando llega el 24 tienes que analizar si la ropa que te compraste para estrenar todavía te queda (porque la compraste en el Buen Fin con una talla menos porque crees que vas a bajar dos kilos para la foto de tu portada de Facebook). Para las embarazadas es peor. Si se te hincharon los pies no hay manera de que entres en los zapatos. Además tienes que voltear a ver tu bolsillo a cada rato, ya que con tanta fiesta "de traje" la mitad de tu lana se te fue en caguamas, o el vodka si eres muy niña, o tu jugo orgánico de passion-fruit, chía, menta y savia endulzada naturalmente con la magia del árbol Yggdrasil...

Nos llegan dzotomil notificaciones al Facebook, Instagram y Twitter de fotos donde nos han etiquetado deseándonos una "Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo", ya de una vez, todos de jalón.

Los intercambios de regalo son tradición en oficinas y algunas familias. La bronca con los de las oficinas es que
a) Te toca el que no quieres... vas y lo cambias con alguien que sí le agrade o en su defecto le valga.
b) Te toca alguien que no conoces bien y no sabes qué hacer. Recurres a la famosa lista de peticiones, pero si piden algo chiquito te sientes culpable y empiezas a buscar con qué rellenar el volumen de una caja decente. Terminas gastando más de la cantidad fijada para dicho regalo.
c) El día del intercambio, tu amigo secreto no llega y recibes tu regalo hasta enero.
d) Te emborrachas en la fiesta y alguien se clava tu regalo.
e) No participas por pobre y prefieres decir que te caen mal todos y nunca te regalan nada bueno (COF, COF... sniff).



Todo en esta época es un relajo, nada está en su lugar, sales y estas a punto de morir porque todo mundo maneja como imbécil, casi no ves tu cama y tu contador te deja plantada 3 veces en dos semanas porque la cita se le cruzó con alguna posada (COF, COF).

Aún así, nada se compara con sentarte a la mesa con tus amigos o la familia y platicar del año, molestar a tu primo más chico, abrazar a tus papás o abuelos, o simplemente sentarte en el sofá con tu pareja a pasar la noche recordando para qué es este día: para dar amor 💖. Deberíamos hacer eso más seguido.

Felices fiestas a todos :)

lunes, 12 de diciembre de 2016

De halagos, hipocresía y el "Pero qué te importa"

Las mujeres siempre hemos sido inseguras y desafortunadamente embarramos nuestros complejos opinando sobre la vida de los demás. 
Me ha tocado ver memes que suenan más o menos así "Mientras tu andas a dieta, la panadera ya tiene quen se la ... ". 
Hace unos meses se volvieron virales unas fotos de una chica (no muy agraciada, según la audiencia) con su novio. Fue impresionante la cantidad de "bromas" y comentarios de mal gusto que se hicieron al respecto, como si la vida de estas personas fuera del dominio público. Supongo que a eso le llaman "subirse al tren del mame". No solo hubo agresión y burla, también hubo defensa. El problema radica en que muchos de esos comentarios fueron más como "de penita", y eso tampoco ayuda. Frases como "Ay, pobre, déjenla, así la quieren" se traduce en  "Pues si está gacha la pobre pero asì la quieren".

Este enlace <--- (dar click ahi para ver el artículo original en inglés) habla de los "cumplidos" que las gordas recibimos cuando tenemos una relación con una persona delgada. Lo mismo ocurre cuando una mujer "guapa" (o al menos, delgada, que no es lo mismo que bonita) tiene una pareja que no le llega al nivel estético que los demás creen que tiene. A ver cuándo entendemos que una pareja está junta por distintas razones y no solamente el aspecto fìsico, o solamente la personalidad, o los buenos sentimientos...

Traducción en resumen:

1.- "¡Es super guapo! ¿Cómo le hiciste?"
2.- "¡Qué suertudotaaaaa!"
3.- "Wow, ni YO puedo conseguirme a uno así"
4.- "Debes tener una super personalidad"
5.- "Ayyy, debe amarte muchooooo"
6.- "Seguro que lo haces reir un montón"
7.- "Me da mucho gusto ver lo feliz que es... contigo"

Sumémosle los que me han tocado oír o recibir (favor de añadir tonito fresa condescendiente):

8.- "Por fiiin, felicidaaaadessss"
      (¿Por fin qué? ¿Por fin salí de mi soltería? ¿Por fin encontré a alguien que me quiera? )

9.- "Hasta tú ya tienes novio/te casaste y yo sigo soooolaaaaaa" 
     (Pues por perra envidiosa ¿Por qué más?)
     
10.- "Le diste agua de calzón"
     (JAJAJAJAJAJA o de tampón, claro... Ok, este no es un "cumplido" pero me ha tocado oírlo por ahí ¿En verdad hay gente que hace esas cosas?)
    
Tengo amigas y amigos con los que me llevo super bien, que nos aguantamos la carrilla, pero nunca un verdadero amigo te hará dudar de ti mismo y tus capacidades haciendo comentarios hirientes disfrazados de buenas intenciones.


Comments system

Disqus Shortname