Estas figurillas las conocemos desde la primaria. Son estatuillas de entre tres y veintidós cm. de altura. Se extienden desde Francia e Italia, por la Europa central y oriental, hasta las llanuras de Siberia. Su principal característica es la desproporción que existe entre sus extremidades y el tronco. Esto es, se reduce el tamaño de la cabeza, brazos y piernas, y se exagera el del busto, glúteos y estómago.
Existen varias teorías que intentan explicar su significado y función. La mayoría, sin embargo, coinciden en atribuirle fertilidad, abundancia y fortuna. La mujer era la encargada de perpetuar la existencia del grupo por medio de los hijos, pero también simbolizaba la tierra, la caza y todo aquello de lo que dependía la subsistencia de aquellas civilzaciones. Asimismo, podría representar al matriarcado y en ritos chamánicos se les otorga un carácter mágico.
"Lo primero que nos llama la atención es la profusión de figuras femeninas en el arte cuaternario
si las comparamos con las escasas representaciones masculinas.
Este hecho ya nos señala un "predominio" social de la mujer ante el resto del grupo... "
Carmen Olària en "La imagen femenina del paleolítico,
15.000 años de historia: mujer, madre y diosa." (1993).
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