La gente abusa, no solamente en cuanto a sus acciones y sus palabras, sino en cuanto a sus pensamientos hacia sí mismos y hacia los demás. Tanto así que hay gente que se cree mucho más de lo que realmente es, y otros que se sienten mucho menos. Aquí van dos caras de un típico caso, y es en parte por eso por lo que muchos crecemos traumados como adolescentes.
Había una vez, un muchacho de aproximadamente unos 15 años, de apariencia normalona, pero buena persona, inteligente y gracioso, (al cual llamaremos Dejo), que se enamoró pendeja... digo, perdidamente de la clásica porrista mamona (a la que llamaremos Lucerita). Todos decían que Lucerita estaba fuera del alcance de Dejo, pero el fulanito no perdía la esperanza. Un día, mientras Dejo seguía discutiendo el tema con sus amigos, pasó una de sus "befas" de Lucerita. Al escuchar los argumentos de Dejo, la peladita se empezó a reir muy, muy fuerte. Cuando Dejo le preguntó por qué se reía tanto, la vieja le contestó: ¡Lucerita nunca te haría caso porque eres horrible! Y ahi va el pobre Dejo por la vida tratando de superar ese momento que lo marcó por más de quince años, y para colmo, le pasaron otras cosas que no le han permitido sentirse bien consigo mismo.
Por otro lado, tenemos a una pobre niña a la que llamaremos Noni (jajaja), que anduvo toooda la prepa babeando por alguien como Dejo, que también andaba enamorado de una estúpida como Lucerita. Obviamente a Noni nunca le hicieron caso por el chavito, como podrán imaginarse. Así que, 16 años después, en una plática casual referente al tema, Noni estuvo a punto de meterle dos madrazos a Dejo, ya que, muy probablemente, él, en su afán de conquistar a Lucerita, también le hubiera roto el corazón a alguien que realmente lo quería por su manera de ser.
Estos dos no tenían absolutamente nada que ver, nunca se habían visto y sin embargo coincidieron en la historia, porque desgraciadamente es el pan de cada día de mucha gente. Esta sociedad consumista nos hace pagar más por el envase que por el contenido, si no me creen, pregunten el precio real de una aspirina.
He oido tantas historias similares...
ResponderEliminar¿Pero sabes que pienso? Que muchas veces nosotros nos tenemos la culpa por ponerlos en un pedestal que no merecen. Son personas comúnes y corrientes (sobre todo corrientes, muchas veces jajaja) pero que se sienten la última coca del desierto porque el resto de la gente les hace sentir que así es >:S
Estoy completamente de acuerdo contigo. Pero eso no les da ningún derecho a decir cosas como lo que dijo la vieja esa, como me dijo el afectado jajajaja, las palabras duelen, y mucho. :(
ResponderEliminarDefinitivamente u_u...que los viole un pez XD
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