Bien dicen que las coincidencias no existen. Tanto así que hace unos días me llegó un mail de un amigo con asunto: FW: ¿ESTÁ CANSADO DE ESTAR GORDO? LA SOLUCIÓN AHORA!... y me dije a mí misma, ésto es un virus, pero qué poca madre. Te explican que es tu elección ser "flaco"... por tanto, uno elige estar "gordo". Coloco los adjetivos entre comillas porque las proporciones son relativas a cada persona, doctor o báscula de su supermercado de confianza.
No recuerdo cómo empezamos a platicar, mi prima y yo, sobre la constante discriminación y los abusos hacia la gente con sobrepeso. Francamente, me molestó recordar todas aquellas ocasiones en que, desde muy pequeña, fui atacada con comentarios malintencionados acerca del tamaño de alguna parte de mi cuerpo, o del conjunto completo.
Al día siguiente, durante mis clases de corte y confección, empecé a hojear revistas de moda para tener una idea de cuál iba a ser el próximo modelo que trabajosamente me fabricaría. Cabe mencionar aquí que fui prácticamente arrastrada a dicho curso por la idea de que difícilmente encontraré en las tiendas ropa a mi media y muy probablemente JAMÁS, a mi gusto. Como es de imaginarse, Elle no contempla medidas fuera de sus estándares así que cubrirme de holanes quedó fuera de mis opciones. “Claro a menos que fuera diciembre y me parara en alguna posada a esperar a que me derrumbaran a palazos esperando sacarme dulces” –pensé. Posteriormente, me interné en las profundidades de la red a rascar información y fotografías sobre ropa Plus-size o de talla extra. Aparecieron varios sitios que me parecieron fabulosos y algunos blogs dedicados a engalanar a la mujer que excede el mínimo rango de tolerancia que se exhibe como parte del arquetipo de belleza actual. Siempre quedo sorprendida de ver cómo la belleza es malinterpretada por todos y se expone de diferentes maneras. No es cuestión de cuerpos, es cuestión de actitud. Ahí fue cuando dije, y perdón por la expresión:
¿Y POR QUÉ CARAJOS NOS TRAUMAMOS TANTO?
Honestamente, llevo algunos meses cambiando el concepto que tengo de mí misma, y me avergüenza decir que a mis 27 años apenas estoy empezando a quererme y valorarme como soy. Considero que cada una de nosotras concentra en sí misma una cantidad ilimitada de virtudes que no tomamos en cuenta por el exceso de imágenes groseras que nos etiquetan como una broma de la naturaleza… y eso, en el mejor de los casos.
Por eso decidimos crear este blog. Es nuestra aportación a eliminar toda la basura que nos pesa más que nuestras nalgas y que no nos deja ser felices. No se trata de ofender a nadie ni caer en contradicciones y terminar discriminando a los llamados "flacos". Solamente deseamos dar un paso más junto con la tolerancia y el amor a uno mismo y hacia los demás. Disfrutar la vida depende de nosotras, de evolucionar nuestra manera de pensar, porque el resto del mundo cambiará muy lento.
Soy hermosa y soy única, gramo por gramo y centímetro a centímetro… y la báscula me vale madre.