Ya es hora

Revolución: Cambio brusco y violento en la estructura social o política de un estado, generalmente de origen popular. // Cambio total y radical, transformación completa.

No es que quiera estamparle una silla (aunque ganas no me faltan) al estúpido que me dijo que tenía problemas renales (un mal chiste por estar "renal-gona"). Tampoco quiero sentarme a platicar civilizadamente con él y explicarle en términos diplomáticos que se refirió de una manera muy despectiva a mi zona trasera. Lo único que lograría sería una semana con todos los gastos pagados al IMSS por mi pobre hígado reventado. A los ignorantes no les gusta que se les diga que su manera de pensar es errónea, irrespetuosa y vulgar.

La gente no cambia a menos que toque fondo o reciba un buen susto. Si pudiera aparecerme en los sueños de la gente con unas afiladas garras, sombrero y blusa a rayas lo haría, pero mientras tanto lo único que puedo hacer es aportar un poco a lo que considero, una revolución.  

Dar ese cambio radical en uno mismo es lo más difícil (pero lograrlo es de lo más satisfactorio). Levantarse de la cama (o hamaca en mi caso) desbordando autoestima pudiera parecer imposible para la mayoría, como si nos diera miedo querernos a nosotros mismos, no nos sentimos merecedores de amor propio.Lo peor es que de no modificar nuestra manera de pensar viviremos por siempre con el enemigo. Esto, además,  perjudica todas nuestras relaciones sociales, de familia, etc. Una actitud negativa es mil veces más contagiosa que una positiva. Pero si por el contrario nos valoramos como es debido podremos romper en poco tiempo muchos candados  y acabar con los complejos que no nos dejan desenvolvernos plenamente en nuestro entorno y convertir esa nueva mentalidad en un estilo de vida. Quien sabe, tal vez en poco tiempo el pobre infeliz del chistorete aprenda que sus comentarios salen sobrando.

Dar y, por supuesto, exigir respeto. Ya es hora. Mi revolución no es violenta, algo brusca tal vez por mi manera de expresarme, pero tampoco es mi intención dar un golpe de estado y sustituir al Ejecutivo por una muy molesta Paquita la del Barrio. Y ya que menciono a los altos mandos, bien decía don Benito, y aunque suene muy choteado, pero se ajusta al tema, "El respeto al derecho ajeno es la paz".