martes, 15 de febrero de 2011

Cariñitos...

Hoy, mi mamá salió con un comentario de esos que hacen que no me despida de ella rumbo al trabajo.  Pero ya en el camino me di cuenta que bien pude haberlo "toreado", ya que realmente no tenía la más mínima trascendencia. Mi nombre completo es Doris Todotelotomasapecho Hernández.

La gente más cercana siempre es la que más nos lastima. No digo con ésto que lo hagan a propósito, sino que recibimos sus comentarios con aún más sensibilidad que los de un extraño.

Un mensaje transmitido de manera regular puede distorsionarse muchísimo en la cabeza del receptor.  Con esto quiero decir que, dentro de lo posible, hay que saber diferenciar entre un comentario malintencionado y otro que nosotros creemos que lo es. Sobre todo porque, aunque nosotras pensemos que nuestra familia más cercana o nuestros mejores amigos nos conocen del todo y saben exactamente qué nos molesta o qué nos deprime, nadie va a estar cien por ciento dispuesto a "hacernos el día". Recordemos, todos tienen vida y una personalidad propia y también sus propios problemas.

Aún así, hay que hacer la anotación, la comunicación es la base de todo buen arreglo. Un "Recuerda que esos comentarios no me agradan" o un elegante, sonriente y muy mexicano "Tuuu cuuuuuloooo" es más que suficiente en la mayoría de los casos. Claro que contestarle eso a una madre implica tener la seguridad de que somos lo suficientemente ágiles para evadir cualquier proyectil.

Obviamente, la tolerancia debe ser recíproca. Si pedimos consideración, también debemos otorgarla. Repito, es la gente que más queremos y que más nos quiere. No traduzcamos a palabras ajenas nuestras inseguridades. Hagamos las paces con nosotras mismas, seamos nuestras mejores amigas y amémonos más. Merecemos respeto, cariño y atenciones, igual que todos. 

¡Feliz día del amor y la amistad!

..... no volveré a comer tanto chocolate.... buuurrrp!!!! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comments system

Disqus Shortname