De otra pluma

Este texto me lo encontré en una comunidad especial para mujeres curvilíneas, hombres corpulentos y sus admiradores. Hay que leerlo con criterio y con mucho sentido del humor. Yo todavía lo sigo disfrutando XD.


ALERTEN A SUS AMISTADES


Seguramente han escuchado acerca de las personas que han sido secuestradas y a quienes se les han removido sus riñones para su venta en el mercado negro. Mis muslos me fueron robados durante la noche hace algunos años. Me fui a dormir y desperté con los  de otra persona. Fue así de rápido. Los reemplazos tenían la textura de la avena cocida. ¿De quién eran esos muslos y qué les pasó a los míos? Me pasé el verano entero buscando mis muslos. Finalmente, dolida y molesta, me resigné a ver pasar mi vida enfundada en unos jeans... pero los ladrones atacaron de nuevo.


El siguiente fue mi trasero. Estaba segura de que fueron los mismos cacos porque hicieron hasta lo imposible para que mi nueva cola combinara con los muslos que me habían achocado antes. ¡Mis nuevas nalgas fueron adheridas a mi cuerpo al menos 15 cm más abajo que las originales! Me di cuenta de que tenía que abandonar mis jeans a cambio de unas horrendas faldas largas.


Dos años después noté que mis brazos también habían sido cambiados. Una mañana me arreglaba el cabello y me horroricé al ver que la carne de mi antebrazo colgaba y se balanceaba al frente y hacia atrás al mismo tiempo que el cepillo. ¡Horror! ¡Mi cuerpo está siendo reemplazado miembro por miembro! ¿Qué más les falta por hacerme?


Cuando mi pobre cuello desapareció súbitamente y fue cambiado por un gaznate de pavo me decidí a contar mi historia. ¡Mujeres del mundo, despierten! ¡Esos ¨cirujanos plásticos¨ de los que tanto oímos hablar están usando partes tomadas de otros cuerpos, partes robadas a gente como tú y como yo! La próxima vez que veas que alguien se hizo un ¨trabajito¨fíjate bien, que no se lo haya hecho a expensas tuyas. 


¡Esto no es una broma! Le está pasando a mujeres noche tras noche. ¡Alerta a tus amistades!


P.D. El año pasado pensé que alguien se había robado mis senos. ¡Estaba acostada en la cama y ya no estaban! Pero cuando me levanté sobresaltada me alivió ver que solamente estaban debajo de mis axilas. Ahora las escondo cerca de mi cintura. 


Esos mismos malditos ladrones están en mi clóset, en estos momentos, encogiendo toda mi ropa. ¡¿Cómo carajos lo hacen?!